Nosotros vemos el carácter de Masogorou y su esposa, Uta, principalmente a través de los ojos de Matsue (Masako Natsume). Ella como niña estaba asustada y sale de su casa muy triste, no entendiendo lo que le deparará el futuro. Aunque su nueva vida con Uta y Masagorou nunca será normal, ella se adapta bastante bien a él.
El conflicto se desata cuando un día Masagorou fue a ver la lucha de perros que se celebra en Tosa. Un pescador Kenmatsu y un bandido Suenaga, de la familia de Akaoka, se pelearon y Masagorou ofreció su mediación. Pero Suenaga mató al perro de Kanematsu y Masagorou reclama a la familia de Akaoka, y toma venganza robando a la hija de Suenaga, haciéndola su concubina, con la que tiene una hija, Hanako. Al pasar los años Masagorou conoció a Kyousuke Tanaka y quiso que se casara con Hanako para suceder su casa pero Matsue y Kyousuke se enamoraron. Cuando Kyousuke dijo a Masagorou que se casaba con Matsue, Mastugorou cortó su dedo meñique. Matsue decidió marcharse de la familia de Kiryuin para vivir con Kyousuke. Hanako se casó con un muchacho de la mafia de Kobe al cual mataron.
Posteriormente, Hanako también fue secuestrada por Suenaga y para salvarla Kyousuke luchó con ellos, pero fracasa y muere después de darse cuenta que Hanako deseaba quedarse con Suenaga.
Aunque la historia está más allá de la ancdótica pelea por un perro, la historia se pone heroica aplastantemente cuando Masagorou escoge la justicia más allá del homenaje y la obediencia a una autoridad de la yakuza más alta. Pero éste es un mundo trágico donde el heroísmo igual parece no servir a ningún propósito bueno, válido, o duradero.
Cuando Masagorou anuncia que “él dejará de ser un perro”, este tipo de declaración habría servido como motivo en las películas en que los hechos rebeldes en la defensa del honor o justicia se convierte en lo central. Pero en el caso presente revela la candidez de sólo ese Masagorou que es de una clase que auténticamente cree en el mito del yakuza, como el plebeyo caballeroso y último baluarte genial del samurai.
Es de destacar la excelente caracterización de las protagonistas femeninas en particular, Uta la esposa de Masagorou, que se retrata con la dignidad, la crueldad sutil, y el patetismo. Introducida como la última muchacha dura, mala, con un rasgo de viciosa, Uta logra la simpatía, cuando nosotros la vemos más profundamente y llegamos a entender su soledad y la devoción a Masagorou, guardando sus verdaderos sentimientos escondidos. Su muerte por el tifus es un episodio feroz y dramático de la película. Agitándose miserablemente, intentando ponerse el maquillaje y tocando su shamisen, observando el tatuaje en su muslo que es el duplicado del tatuaje del cuerpo de su marido infiel, y confesando finalmente a su hija adoptiva, “yo era mala con usted, pero no porque no me gustara usted”. Y entonces Masagorou, comprendiendo muy tarde su necesidad de la presencia de esta mujer, es demasiado temeroso del tifus para decirle sus sentimientos antes de que ella se muera. Con su muerte de su mujer, Masagorou pierde su rudeza, su fuerza, su fanfarronía y obtiene la certeza, que sólo comprende al final, de cómo su egomanía le impidió disfrutar de las cosas que importaban; por ejemplo, el amor de una familia.
Hideo Gosha. Nacido en 1929 en Tokio, Hideo Gosha cursa estudios comerciales en la Universidad Meiji y en 1952 empieza a trabajar en la NTB, la televisión japonesa. Productor de la Fuji tv en 1959 comienza a producir películas y series dramáticas. En 1963, Gosha firma un contrato con la Fuji tv para “The Three Samurais”, una serie que se vuelve muy popular y de la que la Shochiku Lui pide de realizar une largometraje para el cine. La película “Three Outlaw Samurai” revoluciona el codificado mundo “chamabara”, una película de espadas que ofrece una visión moral y realista sobre la condición poco envidiable del ronin (samurai sin maestro). Su pesimismo donde antes prevalía el lado más caballero de los guerreros, revoluciona el género. En 1969 realiza dos obras que entraron en la historia del cine japonés. “Goyokin”, la historia de un samurai renegado que lucha contra su antiguo clan, y “Tenchu.”, con la aparición de Shintaro Katsu. No solo hizo "chambara", donde fue un maestro hasta el final de su vida, como lo podemos comprobar en “Kumokiri Nizaemon” y “Hunter in the Dark”, películas realizadas en 1978 y 1979. Gosha se interesa también por otros géneros cinematográficos como son: el policial, con películas como “La sangre del condenado” (1966); el cine yakuza con “The Wolves” (1971); el género histórico con “2,26” (1989), que relata la historia de la rebelión de los oficiales de la armada imperial japonesa en 1936; y finalmente con el drama social de “Retrato de un Criminal” (1985). Hideo Gosha murió en 1992. (Fuente:http://www.etrangefestival.com/index_old/Prog97HideoGosha.html)
No hay comentarios:
Publicar un comentario