miércoles, 29 de agosto de 2007

Enryaku-ji

Con nuestro amigo Tatsuya hemos visitado en Otsu el Enryaku-ji (比叡山 延暦寺).
En diciembre de 1994, Enryaku-ji en la Montaña Hiei fue registrado por la Unesco como un patrimonio cultural de la humanidad. Desde que se construyó allí un monasterio por Saicho Dengyo Daishi en el siglo 8, esta sagrada montaña ha producido a muchos de los sacerdotes más importantes en la historia japonesa.
No existe ningún templo particular que fuera construido con el nombre de “Enryaku-ji” en la montaña Hiei (848 metros de alto). Más bien, la montaña es un conjunto de más de 100 templos llamado “Enryaku-ji”. Las construcciones budistas se encuentran en tres áreas To-do (el Complejo de Torre del Este; El Área oriental), Sai-to (el Complejo de Torre del Oeste; El Área occidental) y Yokawa. Podemos decir que la naturaleza, los complejos de templos esparcidos alrededor de la montaña, aquéllos que realizan las prácticas ascéticas, y los visitantes, todos juntos, componen la comunidad budista de la Montaña Hiei.
Por eso siguiendo a Buda quien enseñó que todo en la tierra tiene la naturaleza del buda, en este lugar la religión, el ambiente natural, la cultura, y los seres humanos son todos integrados en una unidad indivisible.
Muchos fundadores de otras sectas japonesas de Budismo, estudiaron y aprendieron en Enryaku-ji entre ellos están Honen (la secta de Jodo-shu), Shinran (la secta de Jodoshin-shu), Dogen (la secta de Soto-shu), Nichiren (la secta de Nichiren-shu) e Ippen (la secta de Ji-shu).
Como el lugar de nacimiento de una gran cultura humana, Enryaku-ji ha mantenido una luz de inteligencia durante doce siglos.

lunes, 27 de agosto de 2007

El haiku en las escuelas

Si se les pregunta a los jóvenes y niños japoneses sobre el haiku, generalmente las respuestas lo considerarán muy difícil, anticuado y un pasatiempo del abuelo de Chibimaruko-chan (un personaje de dibujos animados). Precisamente esta situación quiere revertir la Asociación del Haiku Moderno (Gendai Haiku Kyokai). Según un artículo de Masanori Sasaki, publicado en el Asahi Shimbun, los miembros de esta asociación durante tres años han estado visitando las escuelas primarias y secundarias para instruir a los niños y jóvenes en “el aspecto divertido del haiku y los placeres de componerlo”.
Las visitas han abarcado principalmente la región de Kanto, pero también Nagano, prefecturas de Hyogo y una escuela en la isla de Niijima en las islas de Izu. En mayo y junio de este año se visitaron 11 escuelas, lo que demuestra que los esfuerzos se están apreciando. Las escuelas piden a los instructores “cultivar la sensibilidad estética y ahondar la comprensión del tanka y poemas del haiku en los textos japoneses”. Según Kenichi Tatsuke, jefe de la sección de entrenamiento de la Asociación, “la mayoría de las clases de instrucción a los niños consagran más tiempo en apreciar el haiku existente en lugar de componer nuevos poemas. Pero si se dan los niños algunos ejemplos e indirectas, ellos reaccionarán inmediatamente y escribirán su propio haiku”.
Un ejemplo fue la visita que realizaron los poetas instructores a los alumnos de sexto básico de la Escuela Elemental municipalYokohama Nishihongo. En tres periodos de clases con un total de de dos horas y media, empezaron explicando las reglas del haiku. Para romper el hielo Tatsuke, tocando el piano, les mencionó el béisbol, el fútbol, y otros temas familiares a los niños. Después les entregaron hojas de “haiku” incompletos. La tarea de los niños era rellenar el espacio en blanco en un poema como “Las ranas del árbol / su lección por la noche / es___” o “El sol / comió mi /___."
A través de este juego de palabras, los estudiantes escogieron también las palabras de la estación del año para ser usadas después. Los niños compusieron haikus con las palabras estacionales que ellos habían escogido, intentando escribir los poemas en la forma tradicional. Los poemas acabados eran escrito en tiras de papel y expuestos en la pizarra. La tarea final fue que de manera colectiva, en equipo de tres estudiantes, compusieran un poema. Según reconocieron los mismos estudiantes las dos horas y media “se les pasaron volando”. Aquí copio algunos de los resultados:

Dekkaina
shiroi kaiju
nyudogumo
(Cómo grande / el monstruo blanco es / un nubarrón muy alto)

Kakigori
atama no naka ni
pengin arawaru
(El granizado / en mi cabeza / un pingüino hace estallar)

Masshiroi
futon o haida
kakigori
(En puro blanco / la tapa del futon se quita / para mostrar el granizado)

Suika no me
takusan atte
taihenda
(Los ojos de sandía / hay tantos de ellos / que es una molestia)

Kenichi Tatsuke ha dicho que después de estar tres años actuando recíprocamente con los niños, estas actividades han ayudado a desarrollar entre ellos un sentido de ternura para con los otros o sentimientos nobles hacia la naturaleza.

Fuente: asahi.com: Weekend Beat/ CULTURE & MORE: Visiting poets use tools ...

domingo, 26 de agosto de 2007

Tampopo

En Hirakata existe un pequeño restaurante que se llama Tampopo. Según un amigo japonés ahí se come, en invierno, el mejor oden. Es verdad, lo hemos comprobado varias veces que hemos ido a este restorancito y puedo agregar que también se toma buen sake.
Quizás estas circunstancias azarosas y condimentadas de la vida me llevaron a encontrar en el Tsutaya la película Tampopo, de Juzo Itami, y no dudé en arrendarla.
En este filme, Goro y Gun son dos camioneros que deambulan con su camión cisterna por las carreteras de Japón. Una noche lluviosa se detienen a comer en un restaurante administrado por una joven viuda. Ella tras perder a su marido se ha visto obligada a hacerse cargo del negocio para poder subsistir y alimentar a su hijo. Pero Goro y Gun son más de lo que aparentan y bajo esa apariencia de simples camioneros se esconden unos excelentes gourmets. Pronto, la mujer les rogará que la ayuden y se somete a una dura instrucción en el arte de cocinar ramen por parte de Goro. Pero no solo en la técnica reside la maestría del buen cocinero, Tampopo, el nombre de la protagonista, y sus compañeros necesitarán los conocimientos de varios personajes, con ellos intentarán que su restaurante de ramen sea el más popular de Tokyo. Lo que destaca en Tampopo, una película muy popular en su tiempo, es la técnica que consiste en insertar otra historia dentro de la misma película: la relación entre un gángster y su novia, salpimentada de escenas eróticas relacionadas con la comida. Son historietas eróticas aparentemente manejadas libremente y de manera inconsecuente en la narrativa. Estos divertimentos casuales subrayan el poder de autocrítica y la sátira tan presente en Itami en casi todas sus películas. Siempre mantiene su borde satírico y un carácter universal en el sentido de que su crítica o trasfondo se extiende más allá de los límites culturales, es característico en Itami ridiculizar específicamente, las hipocresías de la sociedad japonesa contemporánea.
Por eso Tampopo, con una arremetida de aventura, un pedazo de erotismo y mucho humor, provoca la risa e introspección (fue promocionada con el eslógan muy divertido “El ramen del oeste” haciendo alusión al spaghetti western), con su fina ironía, y a veces directa como en la escena del restaurante francés, se va desentrañando un modo de ser y de actuar en la sociedad japonesa, aunque la bondad y el esfuerzo triunfan al final.
Podemos decir que Itami es fiel a su filosofía, de que el cine es un medio muy eficaz de comunicación y que espera expresar, a través de este medio, la cultura japonesa al americano y a otros públicos, haciéndolos que se identifiquen con el carácter principal.
Y este carácter se identifica a menudo con cada mujer protagonista de itami, retratado por su esposa Nobuko Miyamoto. Por ejemplo, en Tampopo la mujer cocinera, en busca de la receta perfecta del ramen, es fuerte, sincera y absolutamente libre de la malicia.


Juzo Itami (su nombre real Ikeuchi Yoshihiro) fue considerado uno de los directores japoneses más poderosos de su generación. Su filmografía consta de diez películas desde que dirigiera la primera a la edad de 50 años. Antes de eso, él había sido diseñador comercial, ensayista, editor de una revista y reportero de la televisión. También actuó en varias películas y dramas televisivos.
El en una oportunidad declaró: “Yo intento descubrir quién soy cuando hago las películas. Yo me veo como confinado en la jaula de la cultura japonesa y en la jaula de ser un hombre. Yo tengo que mirarme desde el punto de vista de un forastero cuando hago mis películas”. Itami dice que esto le ayudó a refinar las ideas hasta el punto donde ellas sean accesibles a todos. Se suicidó el 20 de diciembre de 1997.

Filmografía: 1984, Ososhiki (The Funeral); 1986, Tampopo (Dandelion); 1987, Marusa no onna (A Taxing Woman); 1988, Marusa no onna II (A Taxing Woman Returns); 1990, A-Ge-Man (A-Ge-Man—Tales of a Golden Geisha); 1991, Minbo No Onna (Minbo, Or the Gentle Art of Japanese Extortion; The Gangster's Moll; The Anti-Extortion Woman); 1995, Daibyonin (The Last Dance; The Seriously III); 1995, Shizukana seikatsu (A Quiet Life); 1996, Supa no onna (Supermarket Woman); 1997, Marutai no onna.

viernes, 24 de agosto de 2007

Viaje al Japón

Este libro de Kipling, sobre su visita al Japón, se puede entender como el modo de contemplación que tuvo el autor frente a una realidad otra y extraña. De ahí que su mirada en sus varios contextos; histórico, político, biográfico y literario, sea la de un angloindio que compara desde su óptica propia; la de un partidario acérrimo de un dominio imperial inglés sublimado en forma de servicio, honor, valor, lealtad.
En el momento de máxima transformación de Japón, debido a la revolución Meiji, y recién promulgada la Constitución de 1889, Kipling observa y se burla de la coexistencia entre una tradición refinada y un arte poderoso y las innovaciones políticas y económicas que afean al país al tratar de nivelarlo con países occidentales.
Viaje al Japón definido como una joya de la escritura turística se queda en un esbozo blanco y negro, con sus exageraciones de lo seductor y lo siniestro configura una metáfora de un paraíso capaz de alojar al infierno dentro de su espacio terrenal.
Aunque es un texto de fragmentos amenos, vivos y coloridos presenta el desconcierto y la desorientación de quien está frente a un país sometido a cambios radicales que se desarrollan a ritmo desiguales en medio de la inercia de la tradición.
Desde su visión externa, de turista y de voyeur divide y clasifica a Japón en dos, por un lado, las geishas, los samuráis y el hara kiri y, en el otro, un país de samuráis que han canjeado el sable por un paraguas y el sombrero hongo; es decir, no existe por parte del autor ninguna implicación personal, por eso su frialdad clasificatoria.
El se reconoce como un turista que entra en contacto con un nuevo país, una raza completamente extraña y costumbres contrarias. Y a veces opina positivamente como cuando dice: “Los japoneses son un gran pueblo. Sus albañiles juegan con la piedra, sus carpinteros con la madera, sus forjadores con el hierro, y sus artistas con la vida, la muerte y todo lo que pueda captar la mirada”.
Rudyard Kipling (Gran Bretaña, 1865-1936)
Novelista inglés laureado con el Premio Nobel. Kipling escribió novelas, poemas y relatos ambientados principalmente en la India y Birmania durante la época de gobierno británico. Nació el 30 de diciembre de 1865 en Bombay (India) y a la edad de 6 años lo enviaron a estudiar a Inglaterra. Pasó cinco años en un hogar social de Southsea, experiencia detestable que describe en su relato “La oveja negra”. Regresó a la India en 1882 y a partir de ese momento trabajó para la Civil and Military Gazette de Lahore hasta 1889, en calidad de editor y escritor de relatos. Más tarde publicó Cancioncillas del departamento (1886), una serie de versos satíricos sobre la vida civil y militar en los cuarteles de la India colonial, así como una colección de sus relatos escritos para la prensa recopilados en Cuentos de las colinas (1887). Su fama literaria se consolidó con seis historias sobre la vida de los ingleses en la India, publicadas entre 1888 y 1889, que revelaban su profunda identificación con las gentes y el paisaje de su país. Posteriormente viajó por Asia y Estados Unidos, donde contrajo matrimonio con Caroline Balestier en 1892 y vivió durante un breve periodo en Vermont. En 1903, se estableció en Inglaterra. Kipling fue un escritor prolífico y popular. En 1907 obtuvo el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en el primer autor inglés merecedor de este galardón. Falleció el 18 de enero de 1936 en Londres.
www.kipling.org.uk

Viaje al Japón. Ruyard Kypling, Edición de Emili Olcina, Editorial Laertes, Barcelona, 2001.

jueves, 23 de agosto de 2007

Los tanukis de Shigaraki


En este tórrido verano de Japón, se nos ocurrió visitar con nuestra entusiasta amiga Yumiko el pueblo de los tanukis. Shigaraki está ubicado en la parte sur de la Prefectura de Shiga y es conocido como “la casa de las cerámicas”. Tiene la fama de ser uno de los seis hornos más antiguos de Japón y un proveedor histórico de arcilla de buena calidad. Se dice que su nombre deriva de “shigeru ki”, que significa la montaña leñosa o montaña de densos bosques. El pueblo está ubicado en un área de la región montañosa a 300 metros sobre el nivel del mar. Según crónicas históricas las cerámicas de Shigaraki comenzaron a ser fabricadas en 742 cuando se utilizaron los azulejos para la construcción del Palacio Shigaraki no miya. En la era Meiji (1867-1912), las alfarerías de Shigaraki empezaron a producir unos latoneros de carbón de leña llamados hibachi. Eran vidriados con el estilo namako recientemente desarrollado y que le da el típico glaseado moteado de color azul. Estos hibachi fueron muy populares, y en algún momento surtieron el 90% del mercado japonés. Además del hibachi, Shigaraki produjo diversas artesanías pequeñas como vasos rituales, vasos de sake y artesanía para la ceremonia del té.
Actualmente, Shigaraki produce artesanía utilitaria como maceteros, jarrones, floreros y vajillas, también cerámicas para exteriores, por ejemplo el azulejo arquitectónico, mobiliario para jardines y ornamentos decorativos como los tanuki y ranas.
Hoy día, nosotros podemos ver en Shigaraki miles de tanukis en cada esquina del pueblo.

domingo, 12 de agosto de 2007

Hanabi en Uji

El 10 de agosto fuimos con nuestros amigos Kuniyoshi, Hiromi y Sayaca al 47 festival de fuegos artificiales de Uji. Estuvimos cerca del puente Uji-bashi el más antiguo existente en Japón. Originalmente, fue construido en 646 por el sacerdote budista Dôto del templo Gangô-ji en Nara. Unos siete mil fuegos artificiales fueron lanzados en esa caliente noche de verano. El doble de fuegos artificiales comparado con el año pasado. Se supone que este hanabi es uno de los más grandes que se despliegan en los alrededores de Kioto, se prohibieron dentro de la ciudad de Kioto, después que las chispas de los fuegos destruyeran una estructura histórica.
En los lugares de asientos reservados se escuchaba música brasileña y se presentaban cómicos del manzai para entretener a la gente en la espera. El tema de este año fue el Genji Romántico. Por eso entre cada fuego se intercalaban algunos fragmentos narrativos relacionados con el Genji Monogatari.
La ciudad de Uji en el sur de Kioto fue el lugar de las villas de recreo de la nobleza; allí la familia Fujiwara, en la era Heian, construyó sus villas y sus templos y allí se encuentra el templo Byodoin. La escritora Murasaki Shikibu escogió muchos lugares de Uji como escenario de Genji Monogatari, escrita a comienzos del siglo XI. Cuando finalizaron los fuegos, después de una apoteosis espectacular, visitamos los “chiringuitos” con comidas, compramos “kakibori” y regresamos a Hirakata entre miles y miles de japoneses, fue muy “kirei”.

lunes, 6 de agosto de 2007

Festival de fuegos artificiales en el río Yodo

En las noches veraniegas, generalmente en agosto (tsukimitsuki, el mes de la contemplación de la luna) en varias partes de Japón, se acostumbra celebrar o festejar con fuegos artificiales; este evento se conoce como Hanabi (flores de fuego), normalmente se toma mucha cerveza y se disfruta una agradable velada al lado de los ríos. Nosotros asistimos al Festival de Fuegos Artificiales del Río Yodo, (Heisei Yodogawa Hanabi) que se celebró el sábado 4 de agosto cerca del Yodogawa Riverside Park, en la estación Juso, de la línea Hankyu en Osaka. Aunque empezaría a las 8 de la noche, desde temprano se observaba a la gente dirigiéndose, de manera entusiasta, al hanabi, por todos lados se veían los preciosos y multicolores Yukata (kimonos ligeros de algodón).
Al llegar al Yodogawa, en ambas riberas cientos de miles de personas ya estaban instaladas, esperando la magia de la pirotecnia. Al estallar el primer fuego artificial (de los aproximadamente 20.000 que se lanzaron) se escucharon los aplausos y los gritos de ¡sugoi! de la muchedumbre alegre y extasiada.

Cuando las explosiones estruendosas de luz y color se multiplicaban y los fuegos chispeantes caían reflejándose en la superficie ondeada del río, se podía percibir en el ambiente el espíritu de verdadera fiesta y el gamanshimasu (paciencia) para soportar la espera, el calor, y la aglomeración.
El Hesei Yodogawa Hanabi es una de las docenas de fiestas de fuegos artificiales que se celebran en el área de Kansai durante el verano. Uno de los eventos más populares que bien vale la pena asistir por su belleza y alegría.

Bombardeo atómico de Hiroshima

Los ciudadanos de Hiroshima y activistas de la paz de Japón y del extranjero guardaron un minuto de silencio a las 8:15 de la mañana de hoy lunes para conmemorar el 62 aniversario del bombardeo atómico estadounidense en Hiroshima hacia finales de la Segunda Guerra Mundial. La bomba atómica dejada caer por un bombardero B-29 explotó exactamente a esa hora el 6 de agosto de 1945, aproximadamente a 600 metros sobre la ciudad. En las horas previas antes de la ceremonia del lunes, las personas ya habían empezado las visitas a los monumentos en el Parque Conmemorativo de la Paz. “Yo reafirmo mis sentimientos, mientras vengo aquí durante este tiempo todos los años”, dijo Tadashi Takeoka, 68, dueño de un restaurante local y uno de los visitantes más tempraneros al cenotafio central en el medio del parque. Cuando él tenía 6 años, sus abuelos pasaron de visita por un lugar cerca del centro de la explosión (zona cero) y ellos perecieron en el bombardeo. Takeoka evoca las escenas de las que fue testigo cuando fue a buscar con su madre a sus abuelos. Unas 45.000 personas tomaron parte en la ceremonia de 45 minutos que empezó a las 8 de la mañana y que organizó la Municipalidad de Hiroshima. En la ceremonia, el alcalde Tadatoshi Akiba declaró que “este impulso del pueblo” todavía puede resolver la amenaza nuclear propuesta al mundo y puede instar al gobierno japonés a que haga lo mismo.
“Hiroshima era un infierno dónde aquéllos que de algún modo sobrevivieron envidiaron al muerto”, dijo Akiba en su discurso de la Declaración de la Paz, mientras describía cómo un solo bombardero mató aproximadamente a 140.000 personas a finales de 1945 y las aflicciones prolongadas que sufrieron los sobrevivientes.
Ofreciendo las oraciones para las víctimas, Akiba se refirió también al ex alcalde de Nagasaki, Itcho Ito quien asesinado por un gángster de la yakusa durante su campaña de la reelección en abril cuando un “disparo cortó su campaña y discurso pidiendo la abolición de las armas nucleares”.
Un “llamado a la paz” también se leyó fuera de la ceremonia por Hiroshima por dos alumnos escolares, Hiroki Mori y Nao Yamasaki, quién tomó la palabra diciendo: “Es nuestra misión de denunciar la realidad espantosa y tristeza del bombardeo atómico y de la guerra a tantas personas como sea posible”.
Muchas personas visitan Hiroshima, en este día conmemorativo, con sus propios deseos. Kazuko Miura, 74, dijo que ella viaja en un tren nocturno todos los años, el 5 de agosto, desde su casa en la Prefectura de Chiba para visitar Hiroshima durante la última década y ofrecer sus oraciones a su madre, que murió el 19 de agosto de 1945, a causa de la radiación, cuando Miura tenía 11 años. “Yo espero continuar viniendo aquí hasta que mi vida lo permita”, dijo Miura que escapó a la explosión cuando ella había sido evacuada durante la guerra.
Otra visitante era Masayo Imai, de 20 años, una estudiante universitaria de Tokio que dijo que ella vino a confirmar su resolución para intentar conservar la Constitución pacifista de Japón, en contra de las discusiones políticas para enmendarla.
También, varios grupos locales planean flotar las linternas en un río adyacente al parque de la paz por la tarde.

Fuente: Kyodo News: http://home.kyodo.co.jp/index.php

viernes, 3 de agosto de 2007

Más raro que un Tanuki verde

Confieso que siempre me han llamado la atención las innumerables figuras de cerámica de los tanukis. En Hirakata, en muchos barrios, casi todas las casas tienen en su pórtico o jardín una de estas figuras muy típicas.
Aunque se le ha confundido con el mapache, el Tanuki (狸, Nyctereutes procyonoides) tiene que ver más bien con el tejón. Es una especie de cánido salvaje, similar a un zorro pero más macizo y con el rostro dibujado con un antifaz, lo que le da apariencia de mapache. Los tanukis ocupan una distribución geográfica que incluye todo el norte de Asia y parte de Europa oriental. En la mitología japonesa, el tanuki es un animal glotón y juerguista, al que se le atribuyen poderes sobrenaturales, sólo que, al contrario que en el zorro, los poderes del tanuki son considerados divertidos. En el folclore japonés, este animal tiene la habilidad de cambiar su apariencia, pudiendo adoptar la forma de una persona. Muchas de las leyendas o fábulas cuentan que los tanukis se disfrazaban para engañar a la gente. Expertos en cuentos populares apuntan que estas historias estaban influenciadas por las leyendas chinas sobre animales que se convertían en fantasmas y hacían todo tipo de cosas extrañas, como comerse a las ancianas y tomar su forma, para después matar a más gente de lo que se puede imaginar.
Se le suele representar con una botella de licor, una bolsa de dinero y un sombrero (al estilo de un viajero) y con unos genitales desproporcionados. En los pueblos y en los barrios antiguos de las ciudades japonesas, los pequeños restaurantes y posadas tienen una figura de este tipo junto a la puerta. Es una manera de decir que en dicho lugar se come y se bebe bien.
Actualmente, muchos ciudadanos japoneses llaman a los políticos, "tanukis"; debe ser por su fama de mentirosos y por la facilidad en aceptar la corrupción. Caminando con mi amigo Daichi hacia la estación de Hirakata vimos en una peluquería, para nuestra sorpresa, un tanuki verde, por lo cual ya podemos utilizar la expresión “es más raro que un tanuki verde”.

Espectros hambrientos

Las historietas de manga, que alcanzaron su apogeo a fines del siglo XVIII y durante el siglo XIX de la mano del maestro grabador Hokusai, se insertan en una tradición japonesa que valoraba sin tapujos la aguda aunque compasiva capacidad de observación de las debilidades humanas, incluyendo aquellas que ni siquiera pueden nombrarse.
El artista japonés era libre de explorar los más nimios detalles de la condición humana y de expresar los propios sentimientos; siempre que aplicara el criterio del buen gusto cortesano.
Es así como en el periodo Kamakura (1185-1573) los rollos manuscritos con narraciones e ilustraciones fueron ganando gran popularidad y se convirtieron en el método más antiguo de difusión budista de masas. En la educación religiosa japonesa los ebusshi (pintores budistas establecidos en Nara, con acceso al palacio imperial) no sólo dibujaban las glorias del paraíso, sino que también los terroríficos tormentos del infierno. Esta pintura didáctica budista se llama rokudo-e (pintura de las seis vías) y el tema procede del temario de los seis reinos de la existencia ilusoria. Su objetivo era advertir a los que no recitaran sin cesar el nombre de Amidá que contraerían enfermedades, deformidades y sufrirían los horrores del infierno.
Para los budistas, todos los seres nacen en seis esferas o estados de la existencia, que constituye el ciclo de la vida y la muerte, donde están atrapados naciendo, muriendo y renaciendo una y otra vez por incontables eones, hasta que puedan desapegarse del deseo y alcanzar la iluminación. Mientras ese instante no sea una realidad, todos los seres que moran en las seis esferas de la existencia, al morir renacen en esferas más cercanas a la iluminación, o más alejadas de ella, dependiendo de su karma, que son impresiones de los actos que conllevan a la iluminación o que alejan de ella. Los reinos o esferas de la existencia más bajos o alejados de la iluminación son llamados los Tres Caminos que conducen al Error, y los más elevados o que se acercan al ideal de la Iluminación, son llamados los Tres Caminos que conducen al Verdadero Dharma. Los espectros hambrientos, procedente de los rollos Gaki Zoshi (versión de Kawamoto), de finales del siglo XII y que se conservan en el Museo Nacional de Tokio, corresponden a la segunda esfera Gaki-dô (餓鬼道) o Camino de los Espectros Hambrientos y muestran de una manera gráfica cómo el apego a las cosas mundanas conduce a unas ataduras similares en el futuro. Los glotones experimentarán tras la muerte un hambre insaciable que les provocará fuertes dolores. En esta pintura se les ve dándose un festín con la materia fecal de desprevenidos habitantes de los bajos fondos. El realismo de los estómagos hinchados y las expresiones aterradoras de los espíritus ilustran la enseñanza medieval budista: “Levántate de la mesa con un poquito de hambre”.

Fuente: Arte japonés. Joan Stanley-Baker, Destino, 2000.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Ugetsu monogatari

Kenji Mizoguchi está considerado como uno de los grandes maestros del cine, según Jean Douchet: “es para el cine lo que J. S. Bach para la música, Cervantes para la literatura, Shakespeare para el teatro, Tiziano para la pintura: el más grande”. De su filmografía cercana a las 80 películas solo sobreviven unas treinta. Ugetsu monogatari (Cuentos de la luna pálida, 1955) es el filme que lo consagró y encumbró definivamente en Occidente. Recibió el León de Plata en el Festival de Venecia en 1953.
Es una adaptación del libro de Ueda Akinari, Cuentos de lluvia y de luna, publicado en 1776, y considerado la obra máxima de la literatura clásica japonesa en el género de lo fantástico y sobrenatural.
El argumento del filme se sitúa a finales del siglo XVI, cuando Japón, tras la muerte de Nobunaga, se sume de nuevo en las guerras civiles. En ellas se enfrentan los seguidores de Hashiba (Toyotomi Hideyoshi) con los de Oda Nobunaka, hijo de Nobunaga, cuyo principal aliado es el general Shibata.
En estas circunstancias históricas, dos hermanos campesinos aspiran a cambiar de clase social. Genjuro quiere ser artesano y vender sus creaciones en la ciudad; su hermano Tobei sueña con ser samurái. Tras un primer viaje a la ciudad, coronado por el éxito, ellos se marchan precipitadamente al ser atacada la aldea por las fuerzas de Shibata. Genjuro se ve obligado por seguridad a dejar en el pueblo a su esposa Miyagi y a su hijo y atraviesa un lago en una barca, acompañado de Tobei y de su mujer Ohama. En la ciudad venden con éxito las cerámicas. Una bella joven, sin duda noble, y su criada, se acercan a Genjuro y le hacen un pedido, ordenándole que lleve la mercancía a la casa Kutsuki, en la montaña. Los samuráis atraviesan el mercado a caballo, y Tobei les sigue, escapando de Ohama. Tobei compra una armadura, al tiempo que Ohama, buscando a Tobei, se pierde y acaba siendo violada en un templo por unos soldados.
Genjuro recoge su puesto. Mientras tanto, Genjuro sigue a las mujeres hasta su palacio, y allí Wakasa, la joven noble, se le declara. Ambos se convierten en amantes.
Al mismo tiempo, los samuráis asolan la aldea y asaltan a Miyagi, a la que roban su comida y matan. Tobei convertido en comandante vuelve a su aldea con sus hombres, y hace una parada en un burdel. Allí, cuando está jactándose de su saber militar, descubre que Ohama sirve en el mismo burdel como prostituta. Ohama, con ironía, le muestra sus “progresos”, su desgracia… Ella intenta suicidarse, pero Tobei, aunque esté deshonrado, se lo impide.
Genjuro compra ropa, esta vez para Wakasa. Cuando le dice al comerciante que vive en la mansión Kutsuki, éste rehúsa aceptar su dinero, y le pide que se vaya. Un monje se cruza con Genjuro. Le revela que Wakasa es un espectro y que Genjuro está en peligro de morir. Genjuro le pide ayuda. Cuando vuelve a la mansión Wakasa se transmuta y le revela sus siniestras intenciones. Pero la escritura en la piel con la que el monje le ha hecho un hechizo le protege. Wakasa le pide a Genjuro que le siga a la tumba. La Nodriza le cuenta la historia de Wakasa. La muchacha murió sin conocer el amor, por lo que la Nodriza la resucitó y ahora pretende que Genjuro la acompañe al mundo subterráneo al que el espectro pertenece. Genjuro intenta defenderse de esta amenaza, derribando luces y paredes. El engaño se desvanece en la nada.
Genjuro vuelve a la aldea, y en su casa, busca a Miyagi. Se reencuentra con ella y con Genichi, que está dormido. Genjuro le pide perdón a Miyagi. Ella le tranquiliza y le da de comer y beber. Genjuro, cansado y un tanto ebrio, se duerme con Genichi en sus brazos. Miyagi cuida del sueño de su familia mientras cose. Al día siguiente, Genjuro se despierta con Genichi en brazos, pero no hay rastro de Miyagi. El alcalde del poblado le revela la muerte de su mujer. Genjuro se da cuenta de que la mujer que le recibió la noche anterior es un fantasma.
Genjuro llora a Miyagi. La voz de Miyagi le habla. Genichi arregla la tumba, y Genjuro vuelve a su trabajo, aunque ahora nadie mueva el torno. Tobei cultiva el campo y Ohama cuida de toda la familia. El humo del incienso ofrecido a la estela de Miyagi se eleva en el aire, para desvanecerse en la nada. Aunque Ugetsu Monogatari es un filme de tema fantástico podemos ver que el autor cuestiona el orden existente y hace una crítica al abuso de las mujeres en una sociedad machista y patriarcal. La sociedad es vista a escala social en su intercambio comercial donde interesa el dinero. En cierto modo el individuo al vivir en un mundo de apariencias y de ilusión lo conducirán inevitablemente a la nada al vacío existencial.
Lo que Mizoguchi hace notablemente bien es entretejer las dos historias para que ellas se refuercen y reflejen transparentemente en nosotros. En este sentido tiene cuidado de evitar la trampa de hacer un pontificado moral de la historia, aunque usa los arquetipos, sin embargo muestra las fallas realistas en todos los caracteres principales. Sin el uso de efectos especiales, los elementos imaginarios no se idean remotamente sino que se dan concretamente en el énfasis que acentúa la diferencia nebulosa entre los sueños contra la realidad, ambiciones contra felicidad y satisfacción contra el cumplimiento.

Fuente: Cine japonés. Revista Nosferatu 11, 1993.
Pantalla amarilla. El cine japonés, Antonio Weinrichter, T&B editores, 2002.
Las Transformaciones en Ugetsu Monogatari, de Mizoguchi Kenji. Raúl Hernández Garrido. http://www.geocities.com/raulhgar