Confieso que siempre me han llamado la atención las innumerables figuras de cerámica de los tanukis. En Hirakata, en muchos barrios, casi todas las casas tienen en su pórtico o jardín una de estas figuras muy típicas.
Aunque se le ha confundido con el mapache, el Tanuki (狸, Nyctereutes procyonoides) tiene que ver más bien con el tejón. Es una especie de cánido salvaje, similar a un zorro pero más macizo y con el rostro dibujado con un antifaz, lo que le da apariencia de mapache. Los tanukis ocupan una distribución geográfica que incluye todo el norte de Asia y parte de Europa oriental. En la mitología japonesa, el tanuki es un animal glotón y juerguista, al que se le atribuyen poderes sobrenaturales, sólo que, al contrario que en el zorro, los poderes del tanuki son considerados divertidos. En el folclore japonés, este animal tiene la habilidad de cambiar su apariencia, pudiendo adoptar la forma de una persona. Muchas de las leyendas o fábulas cuentan que los tanukis se disfrazaban para engañar a la gente. Expertos en cuentos populares apuntan que estas historias estaban influenciadas por las leyendas chinas sobre animales que se convertían en fantasmas y hacían todo tipo de cosas extrañas, como comerse a las ancianas y tomar su forma, para después matar a más gente de lo que se puede imaginar.
Se le suele representar con una botella de licor, una bolsa de dinero y un sombrero (al estilo de un viajero) y con unos genitales desproporcionados. En los pueblos y en los barrios antiguos de las ciudades japonesas, los pequeños restaurantes y posadas tienen una figura de este tipo junto a la puerta. Es una manera de decir que en dicho lugar se come y se bebe bien.
Actualmente, muchos ciudadanos japoneses llaman a los políticos, "tanukis"; debe ser por su fama de mentirosos y por la facilidad en aceptar la corrupción. Caminando con mi amigo Daichi hacia la estación de Hirakata vimos en una peluquería, para nuestra sorpresa, un tanuki verde, por lo cual ya podemos utilizar la expresión “es más raro que un tanuki verde”.
Aunque se le ha confundido con el mapache, el Tanuki (狸, Nyctereutes procyonoides) tiene que ver más bien con el tejón. Es una especie de cánido salvaje, similar a un zorro pero más macizo y con el rostro dibujado con un antifaz, lo que le da apariencia de mapache. Los tanukis ocupan una distribución geográfica que incluye todo el norte de Asia y parte de Europa oriental. En la mitología japonesa, el tanuki es un animal glotón y juerguista, al que se le atribuyen poderes sobrenaturales, sólo que, al contrario que en el zorro, los poderes del tanuki son considerados divertidos. En el folclore japonés, este animal tiene la habilidad de cambiar su apariencia, pudiendo adoptar la forma de una persona. Muchas de las leyendas o fábulas cuentan que los tanukis se disfrazaban para engañar a la gente. Expertos en cuentos populares apuntan que estas historias estaban influenciadas por las leyendas chinas sobre animales que se convertían en fantasmas y hacían todo tipo de cosas extrañas, como comerse a las ancianas y tomar su forma, para después matar a más gente de lo que se puede imaginar.
Se le suele representar con una botella de licor, una bolsa de dinero y un sombrero (al estilo de un viajero) y con unos genitales desproporcionados. En los pueblos y en los barrios antiguos de las ciudades japonesas, los pequeños restaurantes y posadas tienen una figura de este tipo junto a la puerta. Es una manera de decir que en dicho lugar se come y se bebe bien.
Actualmente, muchos ciudadanos japoneses llaman a los políticos, "tanukis"; debe ser por su fama de mentirosos y por la facilidad en aceptar la corrupción. Caminando con mi amigo Daichi hacia la estación de Hirakata vimos en una peluquería, para nuestra sorpresa, un tanuki verde, por lo cual ya podemos utilizar la expresión “es más raro que un tanuki verde”.
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