miércoles, 2 de julio de 2008

Secuencias espaciales al aire libre

El Jardín de las Bellas Artes en Kyoto es un espacio que deleita a los visitantes no solo por su original tipo de construcción, sino porque es un remanso de paz en medio de la ruidosa ciudad. Fue concebido por Tadao Ando como un museo al aire libre para el disfrute de obras maestras del arte occidental y japonés en contacto con fenómenos naturales como la luz, el viento y el agua. Es un recinto organizado en tres niveles mediante rampas y pasarelas en diagonales.

La sensación de ir caminando por geometrías oblicuas e inclinadas es algo que resalta y llama la atención. La característica principal son los muros lisos de hormigón desnudos. El agua cae en cascadas por superficies rugosas produciendo un sonido distinto según el nivel en que uno se encuentre. En este ambiente el paseante puede contemplar reproducciones de obras famosas como La última cena, de Leonardo da Vinci y El juicio final, de Miguel Angel. Su construcción comenzó en julio de 1992 y se inauguró en marzo de 1994. Se encuentra ubicado en la avenida Kitayama dori, al lado del jardín botánico.

Creo que no hay mejores palabras para definir la belleza y la concepción del Jardín de las Bellas Artes que las pronunciadas por Tadao Ando, cuando recibió el Premio Pritzker de Arquitectura en 1995: “La arquitectura sólo se considera completa con la intervención del ser humano que la experimenta. En otras palabras, el espacio arquitectónico sólo cobra vida en correspondencia con la presencia humana que lo percibe. En nuestra cultura contemporánea, en la que todos estamos sometidos a una intensa estimulación exterior, en especial por el medio electrónico, resulta crucial el papel del espacio arquitectónico como refugio del espíritu”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Milton:
Soy de Argentina, vivo en Buenos Aires. Mi amiga Saia Oshawa nos pasó el link de tu página, que me pareció muy buena, sobre todo la parte dedicada al cine japonés.
Felicitaciones
Saludos
Patricio