miércoles, 28 de mayo de 2008

El arte de Hideo Takeda


Hace tiempo fui a mirar una exposición de Hideo Takeda en el museo del manga en Kioto y me impactó su trabajo de la serie “Genpei” una colección de impresiones serigráficas iniciada en 1985 y terminada en 1999. Está basada en las Guerras Genpei (源平合戦), que es el nombre por el que se conoce a los conflictos civiles que tuvieron lugar en el antiguo Japón, entre 1180 y 1185 (finales de la era Heian), y que enfrentó a los clanes Taira, o Heike de banderas rojas y Minamoto, o Genji de banderas blancas. La consecuencia directa de esta guerra civil fue la victoria del clan Minamoto y la consiguiente caída del Taira, lo que puso a los samuráis al mando político y militar de Japón, y permitió el establecimiento del primer shogunato en la historia japonesa, el Kamakura, encabezado por Minamoto no Yoritomo (1192).

Considerado como uno de los más grandes artistas gráficos japoneses contemporáneos Hideo Takeda nació en Osaka en 1948. En 1973 recibió una maestría en escultura de la Universidad de Arte de Tama en Tokio, y en 1976 fue galardonado con el Premio Bungeishunju para caricaturistas. En su arte puede crear en las nuevas dimensiones y todavía desde su propia manera original continuar con la tradición japonesa. Su estilo es su propio estilo. El implanta en su trabajo los problemas esenciales de la vida: erotismo, violencia, belleza y muerte. Su fantasía se destila cuidadosamente en los placeres visuales de las imágenes. Es así como en la “Genpei”, que es considerada la obra maestra de Takeda, él sigue el ejemplo de sus predecesores del siglo XIX, grabando los eventos sangrientos de las grandes guerras civiles del siglo XII.

Al principio cuando uno mira las escenas de las batallas de la serie “Genpei” observamos que la mayoría de las imágenes son bonitas y atrayentes por su gran colorido, a menudo con el fondo de un color oro que, en sí mismo a veces, es la base o la imitación del material de como se montaban los pergaminos tradicionales. Una mirada más íntima, sin embargo, revela un comentario implícito en la brutalidad disimulada de la vida contemporánea -adulterio, enfrentamiento en contra del poder, cuya energía y violencia derivan de una sexualidad frenética. Uno encuentra a muchos guerreros que montan a horcajadas sobre las mujeres desnudas. Se retratan los héroes del siglo XII como guerreros vestidos con armaduras pero con el cuerpo llenos de tatuajes como los yakusas del siglo XX, aunque ellos estén portando cascos medievales. La explicación que da Takeda de una de las imágenes explica en cierto modo su visión: “Es menos una imagen histórica de Minamoto no Yoritomo, y más una visualización de este guerrero antiguo”.
Takeda siempre ha afirmado que él es un dibujante y no un artista, y al igual que un caricaturista debe necesariamente ser un maestro de la línea. Pero, de hecho, la brevedad de su línea le debe mucho a la tradición japonesa del haiga.

En sus temas Takeda abarca una amplia gama: los dibujos animados que representan el humor, patetismo, la crueldad y el enorme absurdo de la vida urbana contemporánea; los grabados de pantallas en su serie “MonMon”, tomando como asunto básico los complejos tatuajes utilizados por el gangster japonés (1976); las estructuras esqueléticas de las aves y los animales, realizadas en blanco sobre negro, para crear modelos de gran agudeza visual (su serie “Altamira” de 1979).
Takeda es uno de los artistas más reconocidos internacionalmente y ha tenido numerosas exposiciones individuales, sobre todo una gran exposición en el Museo Británico en 1993. Cerca de diez libros se han publicado acerca de sus dibujos animados y series de grabados. Sus obras se encuentran en varias importantes colecciones, entre ellas el Museo Británico, la Biblioteca Británica y el museo de Arte de la ciudad de Itami en la Prefectura de Hyogo.
El arte de Hideo Takeda es muy diverso y siempre extremadamente imaginativo, que desafía la clasificación y está más allá de las expectativas del espectador; perturbando muy a menudo, incluso asustando.

“Yo no sólo pienso en los espectadores de Japón, sino que también alrededor del mundo puedo apreciar el sentido sofisticado de humor que puede mostrarse en los dibujos animados. Del principio yo he querido mi trabajo pueda ser disfrutado por un público muy amplio”. Según él un artista establece un estilo personal y distintivo y normalmente adhiere a él. Y por lo tanto, está limitado por él para la mayoría de su carrera. Por otro lado, un caricaturista tiene que ser flexible, capaz y deseoso alterar su estilo e interpretación para llevar bien su mensaje. Afirma tajante: “Ningún estilo es mi estilo”.

武田秀雄 Hideo Takeda. Official Site http://takeda.cooh3.com/index.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Milton: independientemente del significado histórico y de las interpretaciones culturales que se puedan hacer de estas obras, los grabados son de una gran belleza. Tanto las figuras mismas, como el contraste de los colores capturan la atención inmediatamente. Me imagino que verlas en directo debe ser espectacular. Sería bueno poder apreciarlas alguna vez aquí en el Museo de Bellas Artes del Parque Forestal.

Pablo.

Papeto dijo...

Espectaculares las imágenes que ha conseguido Hideo Takeda. Me encanta el equilibrio que logró entre la tradición artistica ancestral propia de su bagaje cultural, con el diseño tan actual de su concepto visual. Sencillamente hermosas...