lunes, 26 de mayo de 2008

Yakudoshi, los años de infortunios


En el libro Understanding Japanese Society, de Joy Hendry, se plantea, en uno de sus capítulos, que en muchos estudios antropológicos el ritual y la religión están estrechamente relacionados, aunque en las sociedades complejas no hay a menudo ninguna conexión particular entre ellos. También el término “Ritual” puede referirse al comportamiento, como los considerados de etiqueta que se deciden por la sociedad y en donde los individuos tienen la pequeña opción sobre su ejecución. En Japón hay muchos comportamientos que entran en esta categoría. Uno de ellos es el ritual, celebrado por la sociedad, asociado con el ciclo de la vida y con el pasaje de las personas japonesas a través de varias fases de la vida y de la muerte.

Entre ellos tenemos el yakudoshi, (que significa los años de calamidad) un ceremonial individual de la vida adulta que está asociado con ciertos años de edad cuando se piensa que las personas pueden ser particularmente vulnerables a enfermedades u otros infortunios. Las edades involucradas son 33 para las mujeres y 42 para los hombres. En algunas regiones se cree que el año anterior y posterior al cumplir esta edad tampoco es bueno y es conocido como maeyaku, el año anterior, y atoyaku, el año posterior.
Así, una visita del Año nuevo a un santuario es un momento apropiado para comprar un amuleto para protegernos, incluso se puede pedir un rito de protección para ser realizado por un sacerdote Shinto.

Existen varios santuarios que se especializan en esta actividad y en algunas áreas y regiones del país se organiza una fiesta y se entregan regalos apropiados a la ocasión.
Aunque generalmente se considera que las edades difíciles para los hombres son las edades de 25, 42 y 61, y para mujeres las de 19, 33 y 37, con algunas variaciones locales e históricas, los años más peligrosos y malos son los 42 para los hombres y 33 para las mujeres. Esto probablemente es porque los números 42 y 33 son fonéticamente los números desafortunados. Pueden pronunciarse “42 = shi-ni” que es homófono con la palabra “muerte”, y 33 = sanzan, cuando es pronunciado puede significar “difícilmente”, “terrible”, o “desastroso”.

Hendry, Joy. Understanding Japanese Society, RoutledgeCurzon, U.S.A., Third Edition, 2003. 265 págs.

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