



Terminando con mi periplo de la senda del loto visitamos el Templo de Tenryū-ji en Arashiyama, Kyoto. Antes del edificio principal se encuentra el estanque con las flores, según mi amiga la señora Kondo es una lagunita.
Tenryū-ji (el Templo del Dragón Celestial), está localizado en el distrito de Sagano en Kyoto, es el templo sede de la secta Budista Zen Rinzai. Se estableció en 1339 por el shogun Ashikaga Takauji (1305-58) en memoria del Emperador Go Daigo (1288-1339), quién murió desterrado en Yoshino por el propio Ashikaga, después de la guerra civil. El eminente sacerdote Zen Muso Soseki (1275-1351) fue designado el abad del templo.
El sitio de Tenryū-ji había estado antes ocupado por el pequeño templo Danrin-ji, establecido en el siglo noveno a principios de la era Heian (794-1185), considerado históricamente como el primer templo Zen en Japón. En el siglo XIII el Emperador Kameyama (1249-1305) construyó en 1256 una magnifica villa en la propiedad, diseñada por el sacerdote Rankei para el emperador Go Saga. Aquella villa sería convertida en el templo Tenryū-ji a inicios del periodo Muromachi (1333-1573).
Para financiar la construcción del templo, Muso Soseki envió una delegación, conocida como la Nave de Tenryū-ji, en una misión de comercio a China gobernada por la dinastía Yuan. Hacia 1343 la mayoría de los edificios mayores del templo estaban construidos. El linaje de Soseki prosperó, jugando un papel principal en la cultura literaria Zen siendo conocido como el bungaku del gozan. El propio Tenryū-ji se alineó como el primero de las “Cinco Montañas Zen de Kyoto” (el gozan de Kyoto).
A través de los siglos desde que fuera fundado el templo de Tenryū-ji ha sido asolado por ocho incendios, el más reciente en 1864. La mayoría de los edificios actuales son sólo del periodo Meiji (1868-1912).
Sin embargo, el jardín del paisaje detrás del Hojo (el Vestíbulo Principal) es uno de los más antiguos en Japón, mantiene la misma forma como cuando se diseñó por Muso Soseki en el siglo XIV. Conocido como el Jardín de Sogenchi, fue designado por las Naciones Unidas como Patrimonio de la Humanidad.
Otro escándalo alimentario sacude a Japón. Esta vez denunciaron a principios de mes que se vendieron anguilas chinas como producidas en Japón. Según afirman los noticieros dos compañías están involucradas: Shinko Gyorui S.A. en Kobe y Uohide en Osaka.
Las dos compañías son sospechosas de haber vendido unos 3.600 kilos de anguila asada a la parrilla falsamente etiquetada a tres comerciantes al por mayor entre el 15 de abril y el 13 de junio, violando la Ley de Prevención de Competición Injusta.
Uohide etiquetó la anguila criada en China como anguila cultivada en la Prefectura de Aichi, usó la etiqueta de una compañía ficticia y las vendió a Shinko. Los dos colaboraron entonces vendiendo estos productos a otros comerciantes al por mayor.
Se cree que Uohide ha ganado por lo menos 200 millones de yenes, ya que la anguila asada en parrillas domésticamente se vende dos a tres veces más cara de aquellas que se cultivaron en China.
Según informes policiacos las dos empresas vendieron unas 256 toneladas o 2 millones de anguilas a comerciantes al por mayor. Uohide pagó aproximadamente 440 millones según informaciones para comprar las anguilas y recibió aproximadamente 730 millones de yenes de Shinko.
Este fraude es un nuevo golpe para la credibilidad de los consumidores nipones que se vanaglorian de su sistema honesto y seguro en cuanto a la alimentación.
Sobre todo que ahora el 28 de julio se celebra el tradicional Doyo no Ushi no Hi (el día del buey de verano) 土用の丑の日. Según el antiguo calendario solar es el día más caluroso de la temporada y los japoneses comen anguila (Unagi) para recuperar las vitaminas y las sales minerales.
Fuente Japan Times: viernes, 4 de julio de 2008