Utsukushii Nihon
Conversando con amigos japoneses, acerca del plan de gobierno del Primer Ministro Shinzo Abe, aparecen opiniones bastantes críticas, incluso afirman que él “habla muy bonito”, pero que no hay que confiar en sus palabras.
Lo cierto es que el eslogan Utsukushii Nihon un bello Japón se inserta en una visión de proyecto país y en varias medidas que se pretenden implementar. A continuación les expongo un resumen de lo que persigue Abe.
Cuatro premisas son la base para un “bello Japón”: primero, un país que valora la cultura, la tradición, la historia y la naturaleza; segundo, un país apuntalado por una sociedad libre, que respeta la disciplina y tiene dignidad; tercero, un país que continúa teniendo la vitalidad para crecer hacia el futuro y, cuarto, un país que gana la confianza, el respeto y el amor del mundo y que demuestra liderazgo.
Abe pretende un crecimiento económico sostenido, revitalizando la economía a través de la innovación y la apertura implementando una pauta estratégica a largo plazo llamada “Innovación 25”, con proyectos hasta el 2025 en medicina, ingeniería, tecnología de la información y una variedad de otros campos. Haciendo pleno uso de una infraestructura de Internet de alta velocidad y líder en el mundo, la meta es mejorar sustancialmente la productividad, por ejemplo, duplicando el número de teletrabajadores que trabajan desde sus casas.
Otros de sus planes es desarrollar una Estrategia de la Industria Cultural japonesa, que reforzará la competitividad internacional del Japón y su capacidad para despachar información al mundo en el campo de los contenidos, incluyendo la animación y la música, al igual que la cultura gastronómica y la cultura tradicional.
Se pretende promover la Visión de la Puerta de Entrada a Asia, que convertirá al Japón en un puente entre Asia y el resto del mundo en términos de los flujos de personas, bienes, dinero, cultura e información.
Quizás los puntos mas polémicos tienen que ver con lo que llama recortar el despilfarro y la ineficiencia de los gobiernos centrales y locales para lo cual organizará un gobierno ligero, simple pero eficiente, promoviendo firmemente la reforma administrativa fundamental. Lo central será la reforma integral del sistema actual de seguridad social con pensiones, cuidados médicos y enfermería en su núcleo, para construir un sistema sostenible de seguridad social al estilo japonés, que da valor al espíritu de independencia personal y es fácil de entender, al igual que compasivo y confiable.
Para enfrentar la tasa de natalidad decreciente y construir una sociedad favorable a la crianza de niños, se suministrará asistencia integral a las familias involucradas en la crianza de niños, incluyendo apoyo para reducir la carga económica de las familias antes y después del nacimiento y durante el período de crianza.
En educación según Abe es esencial educar a los niños y jóvenes japoneses para que asuman la responsabilidad de la próxima generación y llevar a cabo la meta: “un bello país, Japón”. Sin embargo, según él, en años recientes se ha presentado un descenso en su moral y también en su deseo de aprender, y se ha señalado que las familias y las comunidades están cada vez menos capacitadas para proveer la función educativa que una vez tuvieron.
El propósito es reconstruir la educación, para nutrir a aquellos que valoran a sus familias, sus comunidades y su país, aquellos que aprecian la vida humana y que están llenos de valiosa humanidad, creatividad y disciplina. La primera tarea es asegurar la promulgación rápida de la Ley Fundamental de Educación. En sus palabras “reconstruiré la educación pública de manera de garantizar a todos los niños la oportunidad de adquirir altas habilidades académicas y un sentido de la disciplina”.
Su programa termina afirmando que “Es fundamental para Japón presentar su nueva identidad como país para el futuro, es decir, los ideales de nuestro país, la dirección en la cual debemos aspirar, y la manera en la cual transmitiremos nuestra japoneidad al mundo. Reuniré sabiduría de todo Japón para implementar una estrategia para las relaciones públicas exteriores”.
En realidad un programa de gobierno “muy bonito”, pero que tiene dificultades por el rechazo de muchos japoneses, por la falta de credibilidad, por los problemas acuciantes del diario vivir, por la corrupción y los escándalos financieros y principalmente porque Abe es un político ultraconservador, nacionalista, cuyo sueño es reformar la Constitución para dotar a Japón de un ejército que no sólo sea de autodefensa.
Conversando con amigos japoneses, acerca del plan de gobierno del Primer Ministro Shinzo Abe, aparecen opiniones bastantes críticas, incluso afirman que él “habla muy bonito”, pero que no hay que confiar en sus palabras.
Lo cierto es que el eslogan Utsukushii Nihon un bello Japón se inserta en una visión de proyecto país y en varias medidas que se pretenden implementar. A continuación les expongo un resumen de lo que persigue Abe.
Cuatro premisas son la base para un “bello Japón”: primero, un país que valora la cultura, la tradición, la historia y la naturaleza; segundo, un país apuntalado por una sociedad libre, que respeta la disciplina y tiene dignidad; tercero, un país que continúa teniendo la vitalidad para crecer hacia el futuro y, cuarto, un país que gana la confianza, el respeto y el amor del mundo y que demuestra liderazgo.
Abe pretende un crecimiento económico sostenido, revitalizando la economía a través de la innovación y la apertura implementando una pauta estratégica a largo plazo llamada “Innovación 25”, con proyectos hasta el 2025 en medicina, ingeniería, tecnología de la información y una variedad de otros campos. Haciendo pleno uso de una infraestructura de Internet de alta velocidad y líder en el mundo, la meta es mejorar sustancialmente la productividad, por ejemplo, duplicando el número de teletrabajadores que trabajan desde sus casas.
Otros de sus planes es desarrollar una Estrategia de la Industria Cultural japonesa, que reforzará la competitividad internacional del Japón y su capacidad para despachar información al mundo en el campo de los contenidos, incluyendo la animación y la música, al igual que la cultura gastronómica y la cultura tradicional.
Se pretende promover la Visión de la Puerta de Entrada a Asia, que convertirá al Japón en un puente entre Asia y el resto del mundo en términos de los flujos de personas, bienes, dinero, cultura e información.
Quizás los puntos mas polémicos tienen que ver con lo que llama recortar el despilfarro y la ineficiencia de los gobiernos centrales y locales para lo cual organizará un gobierno ligero, simple pero eficiente, promoviendo firmemente la reforma administrativa fundamental. Lo central será la reforma integral del sistema actual de seguridad social con pensiones, cuidados médicos y enfermería en su núcleo, para construir un sistema sostenible de seguridad social al estilo japonés, que da valor al espíritu de independencia personal y es fácil de entender, al igual que compasivo y confiable.
Para enfrentar la tasa de natalidad decreciente y construir una sociedad favorable a la crianza de niños, se suministrará asistencia integral a las familias involucradas en la crianza de niños, incluyendo apoyo para reducir la carga económica de las familias antes y después del nacimiento y durante el período de crianza.
En educación según Abe es esencial educar a los niños y jóvenes japoneses para que asuman la responsabilidad de la próxima generación y llevar a cabo la meta: “un bello país, Japón”. Sin embargo, según él, en años recientes se ha presentado un descenso en su moral y también en su deseo de aprender, y se ha señalado que las familias y las comunidades están cada vez menos capacitadas para proveer la función educativa que una vez tuvieron.
El propósito es reconstruir la educación, para nutrir a aquellos que valoran a sus familias, sus comunidades y su país, aquellos que aprecian la vida humana y que están llenos de valiosa humanidad, creatividad y disciplina. La primera tarea es asegurar la promulgación rápida de la Ley Fundamental de Educación. En sus palabras “reconstruiré la educación pública de manera de garantizar a todos los niños la oportunidad de adquirir altas habilidades académicas y un sentido de la disciplina”.
Su programa termina afirmando que “Es fundamental para Japón presentar su nueva identidad como país para el futuro, es decir, los ideales de nuestro país, la dirección en la cual debemos aspirar, y la manera en la cual transmitiremos nuestra japoneidad al mundo. Reuniré sabiduría de todo Japón para implementar una estrategia para las relaciones públicas exteriores”.
En realidad un programa de gobierno “muy bonito”, pero que tiene dificultades por el rechazo de muchos japoneses, por la falta de credibilidad, por los problemas acuciantes del diario vivir, por la corrupción y los escándalos financieros y principalmente porque Abe es un político ultraconservador, nacionalista, cuyo sueño es reformar la Constitución para dotar a Japón de un ejército que no sólo sea de autodefensa.
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