martes, 20 de noviembre de 2007

Los suicidios en Okinawa

Un gran debate se está dando hoy en la sociedad japonesa, debido a que los editores de libros de texto de historia para la escuela secundaria han pedido al Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología reintegrar las descripciones en que se afirma que el Ejército Imperial japonés obligó a los ciudadanos a que cometieran suicidio en masa durante la Batalla de Okinawa.
La controversia empezó cuando descripciones que muestran que el ejército estaba detrás de los suicidios en masa estaban completamente eliminadas del libro de texto que se usó en el semestre de primavera de 2007. Según los editores y autores de textos no había ninguna razón para cambiar el punto de vista duradero del ministerio. El ministerio de educación había mantenido la posición de reconocer el hecho de que el ejército ordenó los suicidios en masa. Más de 200.000 civiles se quitaron la vida, incluyendo familias enteras, tras la batalla de Okinawa en 1945 y la invasión de soldados estadounidenses.
A tal punto ha llegado esta polémica que incluso el Premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oe, al publicar su libro Notas de Okinawa, fue demandado por un ex comandante japonés de 90 años que sirvió en Okinawa, quién se desplegó en la isla de Zamamijima durante la batalla, y también por un viejo pariente de 74 de años de un funcionario anterior. El editor, Iwanami Shoten, también está demandado.
Oe dijo en una audiencia judicial en una corte del distrito de Osaka que: “Yo no veo una necesidad de hacer una corrección del hecho de que los suicidios en masa se forzaron por una orden (del ejército)”. Oe insistió que él no revisaría su libro Notas de Okinawa en que afirma que el Ejército Imperial japonés coercionó a los paisanos para cometer el suicidio en masa en los días finales de la Batalla de Okinawa en 1945.
Los dos querellantes sostienen que el ejército no pidió los suicidios. Exigieron 15 millones de yenes en compensación y que la impresión del libro de Oe sea detenida, ellos alegan que el libro hirió su honor.

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