La silueta de la estación de Kioto, una de las obras de Hiroshi Hara (Kawasaki, 1936), sobresale por sus medidas descomunales: ocupa 235.257 metros cuadrados y mide 470 metros de largo, 80 metros de ancho y 60 de alto.El edificio es un gran complejo multifuncional que explora la relación entre diferentes niveles de altura y de circulación de peatones, trenes y subterráneos. En este caso también se busca interconectar una gran cantidad de espacios mixtos distribuidos en tres niveles subterráneos y 16 plantas superiores.
“En realidad, la estación ocupa sólo el diez por ciento de la superficie total, el resto son hoteles, comercios y oficinas. Está diseñada para que los que viajan no entren necesariamente en contacto con las demás actividades del complejo”, explica Hara.
Isetan en 1998 vendió 44 mil cuatrocientos millones de yenes y en el 2006 facturó 67 mil trescientos millones de yenes. En cambio los almacenes de Daimaru que están al norte de la estación, bajó sus beneficios de 93 mil novecientos millones a 83 mil seiscientos millones y también el Takashimaya que queda en la misma localización bajó de 113 mil ochocientos millones a 103 mil cuatrocientos millones de yenes.
Sin embargo, cuando el ayuntamiento de la ciudad de Kioto realizó una encuesta sobre el símbolo de la construcción de Kioto, la gente nombró al edificio de la estación en el quinto lugar y sobre todo los estudiantes lo eligieron como el nuevo símbolo de Kioto.
1 comentario:
Sí, sí, la estación de Kyoto es todo un poema sorprendente. Estuve allí, alojada en el hotel Gran Vía: magnífico, exclusivo, con un tepanyaki extra en uno de sus restaurantes.
Me encanta. Quiero volver, pero ahora soy pobre.
Seguiré intentando.
Gracias, Milton. Otra vez.
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